Sin lugar a dudas la tecnología acompaña a nuestras vidas y la de nuestros hijos, es innegable la rapidez con que se han apoderado de nuestras vidas, entregándonos herramientas en forma eficaz y eficiente; asi mismo, ha provocado una dependencia en las nuevas generaciones conocidos como “nativos digitales”. Entonces, nos preguntamos ¿de qué se trata y cómo se enfrenta esta problemática?

En primer lugar, debemos mantenernos informados, ya que idealmente deberíamos fundamentar en conocimientos nuestras creencias y actitudes, para saber, por ejemplo,   cómo afecta la exposición a los medios digitales en el desarrollo de nuestros hijos. Esto será determinante a la hora de dar protección a nuestros hijos (pequeños o adolescentes). La opinión y actitud que tengamos acerca de si la exposición de nuestros hijos a las pantallas es o no dañina, y el por qué, dependerá de cuan informados estemos y de si tenemos o no conocimientos acerca del impacto del uso de estos aparatos.

Existen diversos estudios que muestran que períodos de tiempo excesivo frente a las pantallas trae como consecuencia un impacto en la salud que incluye problemas cognitivos, conductuales y emocionales que van a afectar el crecimiento y el desarrollo.

 

¿En que afecta el excesivo uso de pantallas?

 

Sabemos que el uso de las pantallas se ha ido incrementando año tras año, la mayoría de los niños las usa como tablets, celulares, computadores, consolas, etc.

Existen estudios del año 2011, que asocian este fenómeno de manera significativa con un retraso en las habilidades motoras, retraso en el desarrollo cognitivo y del lenguaje, retraso en las habilidades sociales y un peor rendimiento en las actividades académicas.

Ahora bien, ¿Qué pasa con el bienestar psicológico de nuestros niño/as y adolescentes con el uso excesivo de las pantallas?

El bienestar psicológico es inversamente proporcional a la cantidad de horas frente a las pantallas, los niños van progresivamente perdiendo la curiosidad, el autocontrol y la estabilidad emocional. Los adolescentes tienen menor autocontrol, peor relación con cuidadores, (madres, padres, profesores, etc.) problemas conductuales, menor estabilidad emocional, mayor ansiedad y síntomas depresivos.

 

Otros consideraciones

Es importante considerar que nuestros hijos, dependiendo de la edad, pueden presentar dificultad para diferenciar la realidad de la ficción. Algunos contenidos pudieran causarle miedo, angustia, alterando su sueño y desempeño diario.

En el caso de exposición a videojuegos de contenidos violentos, aumenta la aparición de pensamientos y conductas agresivas, produciéndose una desensibilización en relación con la violencia.

Los últimos estudios han demostrado, además, que se trata de una actividad adictiva y debe ser, por lo tanto, tratada como tal.

 

¿Cuánto tiempo frente a las pantallas?

La Academia Americana de Pediatría, entre otras instituciones de la salud y otros investigadores del tema, hacen las siguientes recomendaciones a los padres, para un mejor desarrollo físico, psicológico y social de sus hijos.

  • 0 – 2 años: Nada de pantallas
  • 2 – 5 años: Entre media y una hora al día. Supervisados por sus padres.
  • 7 – 12 años: Programas de calidad, una hora, con un adulto presente.
  • 12 – 15 años: Una hora y media. Especial vigilancia en redes sociales.
  • Más de 16 años: Dos horas. Los dormitorios no deben tener pantallas.

Es muy importante que pongamos los límites apropiados a la edad de nuestros hijos, el resto del tiempo ayudemos a que vayan desarrollando hábitos saludables, por ejemplo, actividad física, juegos creativos solos o en interacción con sus pares, etc.

Ahora, muchos padres se preguntarán, ¿cómo lograr reducir el tiempo de pantallas en mis hijos?

 

Tanto la calidad como la cantidad de tiempo frente a las pantallas son importantes según la Sociedad Canadiense de Pediatría y por eso recomienda la presencia y participación de los padres cuando sus hijos usen las pantallas. Se recomienda que se fomente el uso de aplicaciones educativas y sociales y se eviten las que son pasivas y solitarias.

Otras importantes recomendaciones son:

  1. Mantener todas las pantallas fuera de los dormitorios de los niños: televisores, videojuegos, computadoras, tablets y teléfonos inteligentes.
  2. No usar estos medios para calmar a los hijos.
  3. Evitar programas violentos y/o de miedo.
  4. Evite las pantallas durante las comidas.
  5. Evite las pantallas una hora antes de acostarse, mínimo.
  6. Que la cantidad de tiempo frente a la pantalla no interfiera con el descanso, el ejercicio regular y otras actividades que sean saludables.
  7. Se recomienda que los padres creen un plan personalizado para el consumo de pantallas de los niños. No olvide comunicarlo a las personas que comparten el cuidado de sus hijo/as, (niñeras, abuelos, etc. ) para que se respete el proceso y haya coherencia en el discurso.
  8. Fomentar las actividades al aire libre, participación de talleres o cursos extracurriculares.
  9. Permitir que sus hijos se aburran, es parte de la creatividad.
  10. Permitir que compartan con sus pares en actividades acordes a su edad. (visitas al cien, parques de entretenciones, salidas a caminar, excursiones, etc).
  11. Establecer horarios de uso pantallas en acuerdo con los hijos.
  12. Favorecer el uso de juegos tradicionales que promuevan la creatividad y desarrollo cognitivo de los niños.

 

Sabemos que dado el mundo tecnológico en que vivimos no es una tarea fácil, pero de nosotros depende que dicha tecnología sea usada en favor de nuestros hijos.

 

Psicóloga, Alejandra Kaminski R.

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