Los grandes cambios sociales que ha provocado el COVID-19 ha traído consigo una gran cantidad de personas que han perdido sus trabajos por las paralizaciones y por las restricciones, razón por la cual la salud mental de millones de individuos a nivel mundial se ha visto profundamente afectada.
Muchos profesionales se han visto en la necesidad de trabajar en ocupaciones muy distintas para poder subsistir, tanto en lo que respecta a función como remuneración esperada. Sin duda esto genera un tremendo golpe emocional que muchas veces se puede traducir en un problema psicológico grave.
Algunas personas, cuando se encuentran en situación de desempleo (especialmente si es de larga duración), comienzan a experimentar una serie de consecuencias psicológicas negativas.
¿Por qué? Principalmente por dos razones: las derivadas de la falta de ingresos económicos y la pérdida de un estilo de vida determinado.
El trabajo es mucho más que un medio para ganarnos la vida. Nos hace menos vulnerables a sufrir alteraciones psicológicas porque nos protege, dándonos una estructura temporal, integración social, oportunidad de desarrollo, identidad, nos mantiene activos.
Ya sea temporal o permanente, el desempleo puede provocar estrés, ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental. Sin embargo, estos impactos psicológicos a menudo no se hablan, a pesar de que la pérdida del empleo es comparable con otros eventos traumáticos de la vida, como enfrentar el divorcio o la muerte de un cónyuge.
¿Cuáles son los efectos psicológicos del desempleo?
Si la pandemia de COVID-19 te ha dejado sin trabajo, es posible que estés experimentando muchas emociones y pensamientos inquietantes, tales como:
- Disminución de la autoestima. El desempleo puede provocar un sentimiento de incapacidad personal y auto-culpabilización, aumentando las autocríticas.
- Estrés.
- Angustia
- Sentimientos negativos variados como tristeza, desesperanza, apatía, confusión, ira, nerviosismo, etc.
El primer paso para hacer frente a los efectos mentales y emocionales del desempleo es aceptar que tus sentimientos son normales. A partir de ahí, prueba estas sugerencias que te ayudarán a manejar tus pensamientos y emociones:
· Acepta tus sentimientos, acepta que lo sientes es normal y date crédito por hacer lo mejor que puedes dadas las circunstancias.
· Reconoce tu dolor, la pérdida de tu trabajo provoca las mismas etapas que cualquier duelo, reconócelas y experiméntalas sanamente.
· Mantén la perspectiva, ten presente que nos encontramos en una situación difícil por la pandemia que estamos viviendo, y por ello, se han tenido que tomar muchas decisiones de reducción de personal, que no tienen que ver con tu valor profesional como parte de un equipo de trabajo.
· Usa tu energía sabiamente, intenta hacer aquellas cosas que te llenan de energía, sé amable contigo mismo y encuentra motivos para reír y hacer lo que te gusta. Puedes aprovechar este tiempo para realizar actividades placenteras, tus pasatiempos favoritos, o bien, para seguir formándote, etc.
· Céntrate en el presente, concéntrate en lo que puedes controlar en este momento, no te estreses preocupándote de más por el futuro. Libera tu mente de pensamientos que causan sentimientos de estrés y ansiedad.
· Encuentra tu valor, aprende a ver y reconocer tus cualidades, lo que sabes, tus habilidades y destrezas. Quizás surjan ideas nuevas y quizás hasta un emprendimiento.
· Cuídate, recuerda que si bien no puedes controlar lo que le sucede en términos sanitarios globales, sí puedes controlar la manera en que respondes y actuás respecto de este momento que estás viviendo, cuidando tu salud mental, eso si depende de ti.
Psicóloga Alejandra Kaminski R.