Los pictogramas o agendas visuales son un elemento complementario de anticipación para los niños y le ayudan a mejorar su respuesta emocional, ante cualquier situación futura. Utilizan imágenes de actividades diarias y el resumen simple de sucesos relevantes del día. Facilitan la anticipación y comprensión de situaciones, dando tranquilidad y reducen la ansiedad, favorecen su motivación para el aprendizaje y contribuyen a ordenar su mundo.

Su objetivo principal es potenciar la comunicación funcional a través de la identificación y evocación de las actividades que se van a realizar.

La idea básica consiste en representar en una hoja dibujos esquemáticos que correspondan a cada una de las actividades y acontecimientos que ocurran en el día o en un periodo del mismo (mañana, tarde, noche). Este sistema permite enseñar al niño a comprender las distintas imágenes con contenidos muy variados, de tal formar que cuando los planes cambian, se pueden representan fácilmente y anticipar al niño.

Con este apoyo visual, se pretende también conseguir un objetivo a largo plazo: que las personas sean capaces de planificar sus propias actividades en función de sus preferencias y necesidades.

Los niños con TEA necesitan de la rutina y anticipación, el no contar con ello, les genera sensación de desconexión, ansiedad, que se manifiestan en problemas de comportamiento desconcertantes. Por ello, la importancia de elaborar herramientas que ayuden a anticipar las situaciones, lo cual se consigue por medio de la representación de la realidad mediante pictogramas, utilizando claves visuales que sitúen a los niños en el tiempo y espacio, anticipando lo que va a ocurrir y a responder la pregunta ¿Qué haré hoy?

 

Para que los pictogramas sean realmente efectivos, es importante considerar lo siguiente:

  • Que los dibujos sean sencillos.
  • Que las imágenes sean ajustadas a la realidad, que contengan los elementos que representan la actividad.
  • Escribir debajo del dibujo la acción o palabra que representa.
  • Acompañar las imágenes de acciones básicas (ver, salir, subir, bajar, etc) de modo de ampliar la información gráfica.
  • Tener en cuenta que no todos los niños necesitan anticipadores visuales.
  • Considerar que los anticipadores visuales son un apoyo provisorio, para ayudar al niño a comprender cómo funcionan las cosas y qué se espera de él en determinados contextos.
  • Ser flexibles, podemos dejar espacios vacíos o en blanco para que el niño decida o elija lo que quiere hacer en ese momento.

Psicóloga, Alejandra Kaminski R.

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