Esta capacidad se puede entrenar y aprender a través de la vivencia de pequeñas frustraciones. La mejor manera de aprenderla es sumergiéndose en ella y permitirse vivir las emociones que suscita. Cada momento de frustración es el instante perfecto para practicar.

Para poder aumentar tu tolerancia a la frustración, debes practicar continuamente, en todo momento y en cada situación incómoda o adversa que se te presente lo siguiente:

·        Conserva tu tranquilidad: Ante la frustración es importante que aprendas a mantener la calma, aceptando la situación adversa, para no dejarte afectar por la frustración.

  • Acepta tus frustraciones: Reconoce la sensación de frustración que estás experimentando y los pensamientosque estás teniendo alrededor de ella. Muéstrate a ti mismo tal cual te estás sintiendo, pero no desde el reclamo, sino desde la curiosidad y la amabilidad. Acepta tus emociones y ábrete al momento presente para que puedas moverte con mayor eficacia hacia aquello que valoras.
  • Observa lo que sientes: Una vez has identificado y aceptado las emociones que acompañan a la frustración, aléjate de ellas para verlas desde una perspectiva más amplia. Esto te ayudará a obtener una mejor perspectiva de tu frustración.
  • Respira y mantén la calma: Respira en forma tranquila, siente tu respiración para lograr la calma. Las técnicas de relajación y autocontrol emocional son muy útiles para aumentar la tolerancia a la frustración, ya que te ayudan a regular y gestionar tu activación emocional.
  • Prevé frustraciones futuras: Es importante anticiparse a los posibles escenarios frente a diferentes situaciones, de modo de no elevar las expectativas en forma irreal, conservar la razón por sobre la emoción.
  • Aumenta tu tolerancia mediante pequeñas adversidades: Enfréntate a pequeñas dificultades para que así amplíes tu zona de confort, preparándote al mismo tiempo para hacerle frente a cualquier adversidad o frustración.
  • Usa tus frustraciones para tu crecimiento personal: Si no puedes hacer nada para conseguir lo que quieres, aprende a usar dicha adversidad para crecer. “Lo que no te mata, te hace más fuerte”. Cuando estés en una situación frustrante, tómala como una oportunidad para cultivar la tolerancia. Así, si la vida insiste en frustrar cada plan que haces, demuéstrale lo tolerante que puedes llegar a ser.

Al final del día piensa cómo podrías haber sido mejor y en qué momentos sentiste que no podías tolerar tu frustración. Reflexiona sobre cómo reaccionaste, qué sentiste y pensaste, y formula nuevas opciones para responder ante dichas situaciones.

Vivir es aprender a aceptar la vida tal como es, tal como se nos presenta, en sus infortunios y adversidades. No siempre obtendremos lo que deseamos, ni lograremos alcanzar las metas que nos hemos propuesto.

Ante todo esto, es importante que aprendamos a ser tolerantes y a permitirnos experimentar lo que sucede, de modo que no activemos una resistencia innecesaria que nos perturbe nuestra existencia; sino todo lo contrario aprender a seguir adelante buscando nuevas alternativas.

 

Psicóloga, Alejandra Kaminski R.

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